Ciencia y química del café

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Ciencia y química del café

El café es mucho más que una bebida; es el resultado de una compleja interacción química entre el agua y los compuestos del grano. Comprender estos procesos permite ajustar la preparación para lograr una taza equilibrada y llena de matices.

El efecto del agua en la extracción

El agua constituye más del 98% del café, por lo que su calidad es clave en la extracción de sabores y aromas. Su mineralización, pH y temperatura influyen directamente en el perfil de la bebida.

La mineralización del agua afecta la extracción de compuestos solubles. Un agua con muy pocos minerales (< 50 ppm) no extrae adecuadamente los sabores del café, dando como resultado una bebida insípida. En cambio, un agua con demasiados minerales (> 250 ppm) puede sobresaturar la extracción y generar un sabor amargo o metálico. Lo ideal es un agua con entre 75 y 150 ppm de minerales, lo que permite un equilibrio perfecto entre acidez, dulzura y amargor.

El pH del agua también es importante. Un agua con pH demasiado bajo (< 6.5) puede acentuar notas ásperas e indeseadas, mientras que un pH alto (> 8.0) reduce la percepción de la acidez natural del café. Para una extracción óptima, se recomienda un pH cercano a 7.0.

Por último, la temperatura del agua determina la velocidad de extracción. Si el agua está demasiado caliente (> 96°C), extraerá compuestos amargos en exceso. Si está demasiado fría (< 85°C), el café quedará subextraído y con un sabor débil y ácido. El rango ideal es de 90-96°C para lograr el balance perfecto. 

Composición química del café

El café contiene más de 800 compuestos que determinan su aroma, sabor y cuerpo. Entre los más importantes destacan:

  • Ácidos orgánicos como el cítrico, málico y acético, que aportan la acidez brillante y fresca característica de muchos cafés.
  • Azúcares naturales como la fructosa y la sacarosa, que se caramelizan durante el tueste y aportan notas dulces de caramelo, miel y frutos secos.
  • Cafeína y trigonelina, responsables del amargor y del efecto estimulante del café. La trigonelina, al descomponerse con el calor, también contribuye a la formación de compuestos aromáticos.
  • Lípidos y aceites esenciales, presentes en mayor cantidad en métodos de extracción sin filtro de papel, como la prensa francesa o el espresso, aportando cuerpo y sensación aterciopelada en boca.
  • Melanoidinas y compuestos fenólicos, que dan color al café tostado y aportan propiedades antioxidantes.

Cada variable en la preparación del café tiene un impacto en el resultado final. Conocer la ciencia detrás de cada taza permite experimentar, ajustar parámetros y disfrutar del café en su máxima expresión.