La altitud es un factor crucial en la producción de café, y es un tema que merece atención. Al observar nuestros productos, es común que nuestros proveedores especifiquen la altitud a la que fueron cosechados y procesados. Esta información, que podría parecer anecdótica, pero está íntimamente relacionada con las características del café. Pero, ¿por qué es tan importante?
Para entenderlo, es fundamental considerar que el café, dependiendo de su variedad —como Robusta o Arábica—, se cultiva a diferentes altitudes. Por ejemplo, la variedad Robusta generalmente se cultiva entre 500 y 800 metros sobre el nivel del mar (MSNM), mientras que la Arábica suele crecer a partir de 1,500 MSNM, aunque esto puede variar.
A medida que se incrementa la altitud, se presentan varios efectos en la calidad del café. En primer lugar, a mayor altitud, la temperatura tiende a ser más baja, lo que provoca que la fruta del café madure de manera más lenta. Este proceso de maduración prolongado permite que los granos desarrollen sabores y aromas más complejos, lo que enriquece la experiencia sensorial.
En general, a mayor altitud se observa una mayor acidez en el café. Sin embargo, es importante destacar que existen múltiples factores que influyen en el resultado final, como el método de procesamiento (natural, lavado, etc.) y las condiciones climáticas.
Otro aspecto interesante de la altitud es que, a mayor altura, los granos tienden a ser más densos, lo que los clasifica como "granos duros". Esta densidad puede contribuir a una mejor calidad del café, pero no debemos considerar la altitud como un criterio decisivo al seleccionar un café. La calidad del grano es el resultado de una combinación de muchos factores.
Lo que sí podemos afirmar con certeza, es que cultivar café a mayor altitud implica mayores desafíos. Este tipo de cultivo requiere más experiencia y dedicación. Por lo tanto, un café cultivado a más de 2,000 metros sobre el nivel del mar, probablemente ha sido tratado con mayor cuidado, lo que tiende a hacerlo más selecto. Sin embargo, es crucial recordar que cada altitud tiene su propia belleza y particularidades, y todas pueden ofrecer una experiencia única y deliciosa.